La obesidad en Canarias es un problema de salud publica que afecta a todos los grupos de edad y requiere de un enfoque integral que incluya educación, acceso a recursos, políticas de salud pública y soporte médico.
La prevalencia de la obesidad en Canarias es alta en comparación con otras regiones de España y Europa. Los últimos datos publicados arrojan que el 18,1% de las mujeres canarias padecen de obesidad y el 33% de sobrepeso.
Algunos factores pueden contribuir como:
Genética: Algunas investigaciones sugieren que las predisposiciones genéticas pueden jugar un papel en la tendencia hacia la obesidad en la población canaria.
Dieta: La dieta tradicional canaria, rica en productos frescos, se ha visto desplazada por patrones alimentarios menos saludables, con mayor consumo de alimentos procesados y ricos en calorías.
Actividad Física: Los niveles de actividad física han disminuido, contribuyendo al aumento de peso y a la obesidad.
Factores Socioeconómicos: Las mujeres de niveles socioeconómicos más bajos pueden tener menos acceso a alimentos saludables y oportunidades de actividad fisica.
Los impactos que la obesidad son importantes
Enfermedades Crónicas: La obesidad aumenta el riesgo de desarrollar enfermedades crónicas como diabetes tipo 2, hipertensión, enfermedades cardiovasculares y ciertos tipos de cáncer.
Salud Mental: La obesidad también está asociada con problemas de salud mental, incluyendo depresión y ansiedad, que pueden ser exacerbados por el estigma social asociado con el sobrepeso.
Por dicho motivo, desde la Sociedad Canarias de Ginecología y Obstetricia hemos realizado un Curso de formación sobre "Obesidad y Mujer en Canarias" donde se abordaron temas sobre los efectos profundos y variados de la obesidad en la salud de las mujeres a lo largo de sus vidas. Cada etapa presenta desafíos específicos que requieren enfoques personalizados para la prevención y el tratamiento. La promoción de estilos de vida saludables desde una edad temprana, junto con intervenciones adecuadas en cada etapa de la vida, es crucial para mitigar los impactos negativos de la obesidad y mejorar la salud y el bienestar de las mujeres.
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